Los restos de los sacerdotes Macedonio Vidal y Antonio Martínez fueron exhumados del cementerio y trasladados a la Basílica de la Purísima donde reposan desde ayer en la Capilla de la Divina Misericordia. Ambos sacerdotes fueron asesinados en agosto de 1936, según el expediente elaborado por la Diócesis de Cartagena, por el odio a la fe. Dicho expediente recoge la historia de otros 52 sacerdotes murcianos que podrían ser beatificados por la Santa Sede.
La Diócesis de Cartagena ha iniciado el proceso de canonización y beatificación de sacerdotes, religiosos, seminaristas y seglares laicos que murieron asesinados durante la Guerra Civil por odio a la fe. La documentación referente a los dos sacerdotes que ejercieron su ministerio en Yecla es muy extensa y su labor ya fue recogida por el arcipreste Esteban Díaz.
Macedonio Vidal fue arcipreste en la Basílica de la Purísima y Antonio Martínez sacerdote en Raspay. Ambos fueron personas muy queridas por sus feligreses.
Los restos no podrán volver a ser exhumados si no se cuenta con el permiso de la Santa Sede, por ello de cada cuerpo se ha guardado una reliquia por si en un futuro se necesitara hacer cualquier tipo de investigación.
La Diócesis de Cartagena ha sido la penúltima de toda España en iniciar los expedientes con la historia de los 54 sacerdotes, religiosos, seminaristas y seglares laicos murcianos que podrían ser beatificados por la Santa Sede.

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