Las preocupaciones y la alteración de las rutinas diarias por la covid19 están generando ansiedad, estrés, dificultades para dormir o pérdida de apetito a la población en general. También los sanitarios, en primera línea, y los meses de presión que están padeciendo ha llevado a un importante número de ellos a tener ideas suicidas.

Los Centros de Salud Mental han visto incrementadas sus consultas vinculadas al confinamiento y al cambio de rutinas. Los síntomas son variados. Ansiedad, tristeza, alteración inestable del estado de ánimo.

Estos problemas han sido más acuciantes en personas con enfermedad mental. Personas que están predispuestas a padecer alteraciones son más propensas a que se agraven esos síntomas.

Otro problema ha sido el cierre de centros de día para la atención de personas con enfermedad mental ya que esto ha incrementado la presión familiar. Uno de los colectivos más perjudicados psíquicamente ha sido el de los sanitarios. Según un estudio realizado entre 10.000 profesionales, el 3,5% ha tenido ideas suicidas.

La pandemia ha cambiado nuestra forma de vida y esto ha traído una incertidumbre que, en muchos casos, es muy difícil de gestionar.