Hasta hace unas semanas producían cascos que se distribuían en más de 35 países. Con la llegada del Covid-19 a España y la necesidad de medidas de protección para los sanitarios se dieron cuenta de que ellos podían ayudar cambiando su forma de trabajar.

Han regalado las primeras 1.000 unidades para ayudar a los sanitarios y trabajadores en riesgo más próximos, los de la localidad y ahora han puesto a toda la plantilla a trabajar en este proyecto.

El primer prototipo fue mejorado para que las pantallas fueran re-utilizables. La idea es que se puedan desinfectar y los sanitarios puedan usarlas de forma continua. Estas pantallas salen de adaptar los cascos destinados a la protección laboral de sectores como la construcción.

Las máscaras cuentan con un sistema de fijación de multitud de puntos que permiten ajustar la cinta según las necesidades de cada persona. Están hechas con una placa protectora de plástico rígido y traslucido y son una herramienta más para el personal que tiene trato con el paciente y el público.