Los gamberros, de nuevo, se han cebado con los monumentos y el mobiliario urbano y, aprovechando la impunidad de la noche, durante el fin de semana ensuciaban con pintadas las zonas mas emblemáticas de la ciudad, una "broma" que nos va a costar a los contribuyentes alrededor de 1.000 euros y que, a pesar de que se esmeren en el aseo de la zona, no podrá quedar totalmente limpia ya que la piedra porosa absorbe la pintura y es casi imposible de quitar.
El Ayuntamiento ha interpuesto una denuncia en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía cuyos agentes serán los encargados de investigar para poder esclarecer unos hechos que, todo indica, han sido perpetrados por menores.
El concejal de Infraestructuras ha hecho un llamamiento al civismo alentando a los ciudadanos a divertirse sin atentar contra los monumentos y el mobiliario urbano ya que, en esta ocasión, no se ha salvado nada: el Parque de la Constitución, la Plaza de la Concordia, la Plaza de España, la Avda. Pablo Picasso, el Cespín y el Jardín de Morterico se han visto afectados.

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