El problema se remonta a 1963 cuando el Ayuntamiento realizó un deslinde de terrenos y adquirió fincas que pertenecían al ámbito privado y cuyos titulares han conocido esta modificación con la muerte y las herencias de los dueños en esa fecha. Una de las afectadas Loli Sánchez aclara que se siente decepcionado con la actitud del alcalde.
Y es que el Ayuntamiento ha indicado a los vecinos que la única salida es que denuncien a la Corporación para regularizar la situación de estas fincas, algo que creen que no es la solución a este conflicto por el que llevan luchando muchos años.