Quinta victoria consecutiva para el Yeclano, que no olvidará en partido celebrado ayer en Mula. Con la salvedad de acabar completamente empapados, cualquier aficionado disfrutaría ayer con tantas y tantas cosas que pasaron en 90 minutos.

Por un lado, la efectividad tremenda del Yeclano, que aprovechó dos errores del Muleño para ponerse 0-2 en media hora. Todo parecía viento en popa, pero los de Mula mostraban un pundonor tal que en ningún momento dieron el partido por perdido ni la sensación a los azulgranas de tener todo controlado.

Poco después, Pepelu detuvo un penalti en lo que era el primer conato de reacción del Muleño, y después llegó la absurda expulsión de Rumbo por picarse en una durísima falta a Crivi, algo que tambaleó por primera vez a los azulgranas en la temporada.

El Muleño en la reanudación comenzó como un huracán, pero hasta los dioses se pusieron de lado del Yeclano y mandaron una tempestad de viento, lluvia y truenos que frenó el ritmo del partido por completo. En el caos pudieron llegar goles para ambos, pero hubo final feliz para un Yeclano que suma cinco de cinco.