Yo pasé a verlo con mi hija y era muy lindo ver como los niños intercambiaban juegos, libros y otros objetos. Me recordó bonitas historias que me contaba mi abuela, pero en vez de cambiar trigo por leche cambiar libros por juguetes. La pena es con la que nos quedamos mi hija y yo al no llevar nada.

Luego en casa, tras comentarlo en la comida familiar de los domingos, me dio pena pensar en la vergüenza, pudor o cualquier otro sentimiento que hace que los adultos no participemos en este tipo de actividades, y más cuando favorecen que una mañana de domingo se convierta en un encuentro entre vecinos, adultos y niños, y mas con la cantidad de chismes que podemos llegar a almacenar.

Una lastima no haber llevado nada, pero sí que lleve una cosa a casa, que dejo que todo el mundo copie, y es una CAJA, una caja que he puesto tras la puerta de la "habitación de los chismes", preparada para cuando no sepa que hacer con algo (ropa, libro, jarrón, cd´s, decoración, velas,...) acabe en el sitio indicado, LA CAJA PARA EL TRUEQUE para que en el próximo trueque podamos poner, por lo menos un puesto entre mi hija y yo.

Gracias a la organización por un ratico tan entretenido y de recuerdos tan bonicos.

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