ALUCINO, pero esto no tiene nada de nuevo. Ya entorno al juicio de Jesus, nuestro Señor, la injuria, la calumnia, la mentira, etc, etc, fueron de lo más abundante.
Es curioso que lo que defendemos, como un derecho de la persona, reconocido incluso por las leyes civiles: la presunción de inocencia, se lo niegan todas estas personas a este sacerdote , que para defender las bondades de su párroco, Don Pedro Juan, cosa que me parece muy bien, arrojan toda clase de acusaciones al párroco vecino, Don José Antonio.
Mi pregunta es: ¿Cuál es la fe de estas personas que hablan de esa manera de un sacerdote, Ministro de Cristo?
¿Han aprendido esa manera de hablar de un sacerdote, de las homilías de Don Pedro Juan?, estoy absolutamente seguro que no lo han aprendido.
¿Tienen claro estas personas que la iglesia católica no se rige por los mismos criterios de la sociedad ( firmas, votos, elecciones) sino que es jerárquica, y que por tanto el Obispo, al que le prometen obediencia, así lo hizo también Don Pedro Juan, todos los sacerdotes, puede y debe decidir sobre el destino pastoral de cada uno de ellos?
Entiendo que queráis a vuestro párroco, y esto os ennoblece, pero para defenderlo no creo que tengáis que tirar por tierra a otro, ni siquiera aunque todo aquello de lo que lo acusáis fuera verdad, cosa que yo y cientos, por no decir miles de feligreses de la Purísima no creemos.
Calma hermanos, y no juzguemos para que Dios no nos juzgue a nosotros.
Es muy peligroso dejarse arrastrar por los afectos del corazón, porque demostrado está con cientos de ejemplos en la historia, y hoy en día con mucha frecuencia, que el corazón nos puede hacer pasar muy malas jugadas.
Por encima del corazón, hasta en la misma constitución de nuestro cuerpo, está la cabeza, la razón, para que meditemos, consideremos, reflexionemos, iluminados por la fe, lo que hemos de hacer y decir; si con lo que decimos y hacemos contribuimos al bien, tal como el Evangelio nos lo enseña, o al mal.
Y AHORA ME DIRIJO AL BUEN PARROCO DON PEDRO JUAN, QUE COMO TAL HA ACEPTADO DE BUEN GRADO EL NUEVO DESTINO:
Querido Don Juan Pedro, no sé si es consciente de lo mucho que lo quieren sus feligreses, que incluso están recogiendo firmas para que no se vaya. Le felicito, pero le HAGO UNA HUMILDE SUPLICA: HAGA USO UNA VEZ MÁS DE SU BUEN PASTOREO Y CALME A SU REBAÑO. No les consienta que por el amor que le tienen tiren por tierra al que es su HERMANO EN EL SACERDOCIO. Usted sabe QUE ESTE TIPO DE COMENTARIOS HACEN MUCHO DAÑO A LA IGLESIA A LA QUE USTED TAN BIEN ESTÁ SIRVIENDO. HAGA ESTE BUEN REGALO, COMO DESPEDIDA, A DIOS, A SU PARROQUIA, A LA IGLESIA, Y AL NUEVO SACERDOTE QUE YA ESTÁ ASIGNADO, Y QUE NO SE MERECE ENCONTRAR UN PUEBLO REVUELTO Y DIVIDIDO POR COSAS DEL CORAZON.
CON TODOS MIS RESPETOS A USTED Y A TODOS SUS FELIGRESES.

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